Las plagas dentro de nuestro huerto urbano pueden ser más fáciles de identificar, ya que normalmente podemos observar directamente al agente causante del problema.
En estos casos, antes de actuar, debemos evaluar si el agente
responsable de la plaga está ocasionando realmente un problema o se mantiene en una población baja y estable que no ocasiona graves problemas.
Esto es importante, ya que a veces tener una población baja y estable de algún insecto plaga como el pulgón, puede ser incluso interesante ya que atraerá a insectos beneficiosos para el huerto como las mariquitas.
Si por el contrario, consideramos que tenemos una plaga que está dañando nuestros cultivos sostenibles, actuaremos de la siguiente manera:
#1. Valorar si nos estamos equivocando.
Lo primero que debemos valorar es si tal vez nos estemos equivocando en alguna práctica de la agricultura, como puede ser, el exceso o falta de riego, el exceso de abonado, el cultivo fuera de temporada, o la falta de insolación.
Esto es muy importante, ya que muchas veces la aparición de una plaga nos indica debilidad de la planta por un mal manejo (un ejemplo claro es la aparición masiva de pulgón, que es indicativo de una gran concentración de Nitrógeno en la salvia de la planta, debido a un exceso de abonado sobre todo si utilizamos fertilizantes líquidos, que la hace muy atractiva a
estos insectos chupadores).
#2. Eliminación manual de los insectos.
Ésta es una forma muy eficaz de controlar las plagas en huertos urbanos de muy pequeñas dimensiones, como los huertos de terraza o los huertos de balcón y frente a plagas muy visibles como las orugas defoliadoras.
#3. Eliminación de las partes dañadas (hojas y tallos).
Muy fácil de llevar a cabo. Simplemente debemos retirar las hojas o tallos que vemos que están en mal estado.
#4. Tratamiento con productos ecológicos.
Cuando tenemos plagas extendidas y difíciles de eliminar manualmente, podemos utilizar productos ecológicos, como:
- Jabón potásico: insecticida de contacto que debilita el exoesqueleto de los insectos. Se utiliza sobre todo para el control de ataques de insectos chupadores como el pulgón, la cochinilla o la mosca blanca.
- Aceite de neem: se trata de un insecticida natural que se extrae del fruto de este árbol, que actúa frente a una amplia gama de plagas como: mosca blanca, minador, araña roja, trips, pulgones, piojo, escarabajo de la patata, chinches. La acción conjunta de jabón potásico y neem hace que sea todavía más efectivo el tratamiento.
- Bacillus thuringiensis: se trata de una toxina que producen estas bacterias, totalmente inocua para el hombre y para la fauna útil, que actúa de una forma muy selectiva con las orugas de muchas especies plaga como la tuta, heliothis, plúsidos, rosquilla verde, la mariposa de la col etc.
En cualquier caso, la aparición de una plaga en nuestros cultivos ecológicos, no debe de desanimarnos sino todo lo contrario, estimular nuestra curiosidad por aprender y mejorar en el conocimiento de los distintos seres vivos de nuestro huerto urbano y en el manejo de las técnicas de cultivo ecológico.